ENFOQUE DEL PROYECTO
El enfoque del proyecto se fundamenta en cinco principios
orientadores que a continuación se detallan:
1. Enfoque autobiográfico: Se deben
recoger sus historias y las de sus lugares de procedencia, identificando el
aporte de orígenes, de razas, de nivel cultural y étnico, de tal forma que se
potencialice la pluralidad. Asume el diálogo de saberes como elementos que
favorecen el desarrollo del juicio moral (Kohlberg, 1973) y una postura
pluralista.
2. Marco de derechos: todo ser humano es
un sujeto social activo de derechos, cuya dignidad debe ser reconocida, de tal
manera este enfoque proclama derechos iguales para todas las personas
considerando sus respectivas identidades y diferencias. La propuesta se
fundamenta en los derechos sexuales y reproductivos.
A partir de la V Conferencia Internacional sobre
Población y Desarrollo (CIPD), se enuncia una definición de los derechos reproductivos,
que se ratificó en la Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial
sobre la Mujer (Beijing, 1995). En virtud de esta definición “los derechos
reproductivos abarcan ciertos derechos humanos que ya están reconocidos en las
leyes nacionales, en los documentos internacionales sobre derechos humanos y en
otros documentos pertinentes de las Naciones Unidas aprobados por consenso.
Esos derechos se basan en el reconocimiento del derecho básico de todas las
parejas e individuos a decidir libre y responsablemente el número de hijos, el
intervalo de los nacimientos, y a disponer de la información y medios para
ello. También incluye su derecho a adoptar decisiones relativas a la
reproducción sin sufrir discriminación, coacciones ni violencia, de conformidad
con lo establecido en los documentos de derechos humanos” (Párrafo 7.3). Por su
parte, la salud reproductiva es definida como “un estado general de bienestar
físico, mental y social [...] en todos los aspectos relacionados con el sistema
reproductivo y sus funciones y procesos. En consecuencia, la salud reproductiva
entraña la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin
riesgos y de procrear, y la libertad para decidir hacerlo o no hacerlo, cuándo
y con qué frecuencia (Párrafo 7.2)”.
3. Enfoque Apreciativo: la misión del
proyecto es acompañar a los(as) estudiantes para que afloren lo mejor que
tienen y lo compartan con los demás, esto favorece su autoestima y
auto-concepto.
4. Conocimiento con sentido: todo proceso que se aborde desde el proyecto debe responder a los siguientes interrogantes:
¿Qué es lo más
importante aprender?
¿Para qué
aprenderlo?
¿Cuál es la mejor
manera de aprenderlo?
¿Con qué se
cuenta para su aprendizaje?
5. Perspectiva de género: el proyecto
reconoce las relaciones de hombres y mujeres como un producto histórico y
cultural que pretende desarrollar competencias para que no repitan los cánones
tradicionales y construyan nuevas condiciones que propendan por la solidaridad,
la autodeterminación, la responsabilidad personal y el respeto.
PROPUESTA DE ABORDAJE PARA EL PESCC
La escuela
es el lugar más apropiado para hacer visibles las diferencias entre las
personas, de manera que se permita aprender a reconocerlas, valorarlas y
relacionarse con ellas e incluirlas. Por eso, la educación para la sexualidad
supone la generación de espacios para el desarrollo de competencias y
conocimientos, mediante las cuales los sujetos aprendan y velen por el
cumplimiento de sus derechos sexuales y reproductivos y los de todos los
miembros de la comunidad.
Así, la
educación para la sexualidad comprende el desarrollo de competencias, entre las
que se distinguen las ciudadanas, con sus respectivos conocimientos:
Conocimientos específicos de la
sexualidad (propios de los componentes, funciones y contextos), por ejemplo:
los derechos sexuales y reproductivos, los métodos de planificación familiar,
los tipos de enfermedades sexuales y reproductivas y las formas de prevenirlas
o manejarlas, o los aspectos biológicos de la sexualidad.
Competencias cognitivas, tales como la capacidad para
comprender lo que pueden sentir pensar los miembros del mismo género o de
otro frente a las diversas situaciones o elecciones; la capacidad de emprender
acciones en contra de la discriminatorias por género u orientación sexual; la
de prever las consecuencias de una acción determinada, en una relación de
pareja o en el contexto familiar.
Competencias comunicativas, entre las que se debe promover la
asertividad para negociar con la pareja el momento de tener relaciones sexuales
y de usar anticonceptivos o decidir el número de hijos. La utilización de
diversos medios y formas, verbales y no verbales, para expresar los
sentimientos y los pensamientos involucrados en los diferentes tipos de relaciones
eróticas y afectivas. También competencias comunicativas como la escucha activa
y el diálogo respetuoso en la pareja, en la familia y en la sociedad.
Competencias emocionales, de igual forma, la escuela
desarrolla capacidades para la identificación, la expresión y el control
adecuados de las emociones propias y ajenas, así como la empatía.
1. COMPONENTES DE LA SEXUALIDAD
Identidad de género: es el conjunto de características sexuales que nos hacen genuinamente diferentes a los demás. La identidad corresponde a la visión que cada persona tiene de sí misma o a la convicción interna de lo que es. Esta identidad no es natural, por el contrario se construye a partir de varios aspectos: el sexo (cómo nos sentimos acerca de ser mujer u hombre), las experiencias personales, el contexto en el que se desarrolla la persona, los espacios de interacción social, las costumbres y normas sociales. Las personas no tienen una sola identidad si no múltiples identidades que se entrecruzan: la identidad de género, la identidad que tiene la persona por su condición socioeconómica, otras identidades.
En este contexto, es importante distinguir entre identidad de género e identidad sexual; esta última se refiere a la conciencia de la identidad asociada al conjunto de características biológicas, morfológicas, genéticas y fisiológicas que caracterizan a una persona como hombre o como mujer, la identidad sexual está determinada por el sexo biológico. Desde esta perspectiva, la identidad sexual correspondería a la identidad psicobiológica del propio sexo y de la diferencia respecto al otro sexo, y la de género a la conciencia de la identidad psicosocial y cultural del papel desempeñado por hombres y mujeres en la sociedad.
La identidad de género de una persona puede ser femenina, masculina, transgénero (que transita entre lo femenino y masculino) o ambigua. Por transgénero deberá entenderse toda la población cuyo comportamiento, características, roles, no corresponden a los que tradicionalmente se asignan a las personas de acuerdo con su sexo.
El rol de género:
Son los comportamientos y preferencias que efectivamente asumen y tienen las personas. Estas prácticas pueden estar asociadas o no a la orientación sexual. Es decir, una persona puede tener una identidad de género masculina, sentirse atraído por personas de su mismo sexo (orientación homosexual) y no obstante tener prácticas heterosexuales, dado el temor a ejercer libremente su sexualidad en su contexto social. Así mismo, una persona puede tener una identidad de género transgénero, tener atracción por personas del sexo opuesto y tener prácticas heterosexuales.
Orientación sexual: es la atracción física, afectiva y sexual que sienten dos o más personas, generalmente esta orientación se da en la adolescencia.
a. Heterosexual: es cuando una persona siente atracción y deseo sexual por otra persona de sexo contrario. Por ejemplo, al hombre que le atraen las mujeres o las mujeres que les atraen hombres.
b. Homosexual: es cuando una persona siente atracción y deseo sexual por otra de su mismo sexo. A los hombres homosexuales comúnmente se les denomina gays y a las mujeres lesbianas.
c. Bisexual: es cuando una persona siente atracción y deseo sexual de igual manera hacia personas del mismo sexo como hacia personas de otro sexo.
2. FUNCIONES DE LA SEXUALIDAD
2. FUNCIONES DE LA SEXUALIDAD
Función comunicativa relacional: tiene que ver con las múltiples formas de expresar las maneras de sentir, pensar y hacer en relación con la sexualidad.
Función reproductiva: se entiende como la posibilidad humana de producir individuos, que en gran medida sean similares.
Función erótica: se relaciona con el placer de experiencias que activan una respuesta genital y corporal.
Función afectiva: se entiende como la capacidad humana de desarrollar afectos intensos ante la presencia o ausencia, disponibilidad o indisponibilidad de otro ser humano en específico.
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